Jardín de las Maravillas
¡Aquí todo es blanco!¿Cuál es la sorpresa? Mamá sonríe, sin contestar. Soplo y se empaña la ventanilla helada del coche. La carretera de Beille se adentra en un gran bosque. Mamá me enseña el valle. Es tan pequeño desde aquí arriba. Quentin, mi hermano pequeño, salta sobre el asiento: ¡nieve! a los lados de la carretera, luego en los abetos.
Llegamos a una meseta gigantesca. Papá detiene el coche en un aparcamiento muy grande. Nunca había visto tanta nieve. Es impresionante: los picos, los abetos, las montañas… todo es blanco, mires donde mires.